A veces veo cómo la gente corre detrás de lo que creen que les traerá felicidad. Corren como maratonistas chuecos. Sudan, se trastabillan, se levantan, protestan y sigue corriendo.
Tienen una pila de “cosas por hacer”, alegrías pendientes que piensan cobrar cuando la carrera haya terminado.
El problema es que cuando la carrera termine, ya nada tendrá sentido.
A la vida hay que vivirla cuando toca.
Lo único que realmente importa es:
- La luz que emitimos y dejamos al partir.
- El tiempo que compartimos e invertimos en trenzar uniones
- Los puentes que construimos
- El amor que sabemos dar y recibir.
- La compasión que somos capaces de experimentar y
- La voluntad y la alegría que ponemos en cumplir nuestro propósito como almas.
Los pequeños instantes, que nos hacen grandes
"Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no escucha música, quien no halla encanto en sí mismo" Neruda #quote
— TuRemanso (@turemanso) May 5, 2015
Pequeños instantes…. atrapar esas felciidades!